domingo, 19 de agosto de 2012

Que se levanten todos!


Que se levanten todos
Para cantar bien fuerte, para llorar bien llorados, para agitar las almas y cagarse en las despedidas.
Que se levanten todos
Porque la vida es subversiva y me lo tatuo por si a algún desprevenido se le ocurre olvidarse.
Que se levanten todos
para avisar que Rolo, racinguista y peronista como Néstor, militante, sanmartiniano, irrefenable agitador de banderas, portador de una vena palpitante que renacía en cada marcha, cuadro, amigo, compañero, jefe y soldado,
no se fue
ni se irá.
Que se levanten todos
Para abrazarlo en la memoria, para
recordarlo y, sólo si hace falta, llorarlo a lágrima suelta.
Que se levanten todos y se acuerden cuando llegaba a la Unidad Básica con su sonrisa a cuesta, los zapatos cansados y el overol de un largo día.
Porque es entonces cuando el negro se enjabonaba rápidamente la cara y se calzaba la pechera y cantaba más fuerte que todos.
O plantaba una flor en la vereda,
o se hacía unos mates amargos, o nos retaba en las reuniones preguntándonos: “Queremos liberar la Patria y no nos escuchamos?”
Que se levanten todos para saludar a un tanguero del siglo veintiuno,
de esos que madrugan los domingos para tomarse un cafetín en el bar de su barrio.
Al poeta pacourondista y al galán de perfil bajo. Al amante de lo imposible. Al mago que siempre encontraba la excusa para demostrar que hasta la más mínima cosa ame
ritaba una risa.
Que se levanten todos
Y se contagien de su abrazo eterno, de su mano encendida, de su ejemplo de hijo, de hermano y de tío, de amigo, de compañero y de todo.
De ese que nunca se quejaba de nada y no escatimaba en palabras, porque con el pecho le bastaba.
Que se levanten todos y tomen el ejemplo de ese al que el último 26 de julio no le dolía la fiebre sino no poder estar en el homenaje a Evita.
De ese del que parece haber hablado Cristina cuando dijo que la historia no se mide por los tiempos biológicos, sino por lo que cada uno de nosotros hace cuando le toca pasar por el mundo.
Que se levanten todos porque,
aunque hoy las palabras sean mezquinas,
a los grandes solo se los recuerda de pie y andando,
militando,
trabajando,
sonriendo
y, sobre todo, y sin jactancias,
amando profundamente la vida.
Que se levanten todos!
(A Christian “Rolo” Alejandro López. L.O.M.J.E.)

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